jueves, 20 de diciembre de 2012

L. Casei en tu estómago







Desde hace años, Lactobacillus Casei nos acompaña a muchos en la dieta a través de los yogures probióticos y, aunque se le achacan multitud de beneficios, según la Asociación de Autocontrol de la Publicidad no se han comprobado del todo sus ventajas. Por un lado, esta asociación señala que hay corrientes científicas que ponen en duda su eficacia. Por otra parte, Danone cita más de 20 estudios para avalar su producto. Bienvenidos, la guerra de los probioticos está aquí.






Durante los últimos 20 años los llamados alimentos funcionales (productos que se han modificado para promover una mejor salud de un modo u otro) han reportado ganancias  incuantificables para las empresas alimentarias que los producen. Estos alimentos se basan en la creencia de que su consumo produce beneficios en la salud de quien lo toma y junto a la tendencia natural del consumidor, que opta por la solución más fácil, antes de reducir el consumo de grasas saturadas, azúcar o sal, o de comer más frutas y verduras, las empresas alimentarias fabricantes de alimentos funcionales se encontraban en una situación muy ventajosa por el "vacío legal" en cuanto a la regulación de la publicidad que avala sus propiedades.
Probiotico Yakult

La venta de estos productos se inició en los años 90 con la salida al mercado de un producto japonés llamado Yakult, una bebida a base de yogur enriquecida con bacterias y elaborada por una firma del mismo nombre. A partir de este momento se disparó la venta de este tipo de productos. En la actualidad, es difícil no tropezarse con estanterías llenas de productos que publicitan sus cualidades beneficiosas para la salud.

En 2004, la revista Drug and Therapeutics Bulletin después de varios estudios concluyó que las pruebas científicas que indicaban que los productos probióticos mejoraban la flora intestinal eran "fragmentarias" y que la afirmación más general en el sentido de que tales productos aumentaban el bienestar de los consumidores y los ayudaban a combatir las alergias "no era fidedigna". Dicho de otra forma, que beber grandes cantidades de Actimel no supone una mayor diferencia para una persona sana aunque también no resulta dañino.

Danone, por su parte, se defiende detrás de varios estudios que avalan los efectos beneficiosos del producto. Por ejemplo, el doctor Eric Guillemard, del Grupo de Beneficios Inmunitarios de Danone Research, asegura que existe una clara relación entre los probióticos y el aumento de las defensas frente a las infecciones de las vías respiratorias más frecuentes en los ancianos y, añade que, se puede deducir que el consumo habitual de leche fermentada rica en probióticos mejora la resistencia frente a las enfermedades infecciosas más frecuentes, especialmente las respiratorias, y potencia la respuesta inmune frente a la vacuna de la gripe entre la población anciana.

Otro estudio trató de analizar el efecto del consumo continuado de leche fermentada con Lactobacillus casei (DN- 114001) sobre la incidencia de los trastornos infecciosos comunes en niños de 3 a 12 años. El resultado también fue positivo para Danone ya que el estudio puso de manifiesto una reducción de la duración e incidencia de algunos procesos infecciosos en los niños.


Bacterias acidolácticas más usadas en los preparados probióticos



Efectos beneficiosos sobre la salud


Cuando se consideran potenciales beneficios para la salud es importante destacar que diferentes cepas de microorganismos se asocian a diferentes beneficios en la salud aunque, en este caso, pretendo compilar algunos de los más importantes que han sido estudiados.

  • Inmunidad: Es sin duda uno de los mayores reclamos en las campañas publicitarias de las compañías productoras. Después de muchos ensayos, tanto in-vivo como in-vitro, se sugiere que los probióticos pueden modular la respuesta inmune aunque se desconocen todavía los mecanismos que actúan. Existen datos que indican que los probióticos mejoran la actividad de las células killer en personas de edad avanzada y modulan las defensas no especificas del hospedador. Sin embargo, no está claro si estos efectos son localizados o sistémicos, o si estos efectos son similares tanto en individuos sanos como en enfermos. Tampoco se conoce si todos los organismos probióticos actúan de la misma forma en el sistema inmune y además, otros resultados indican que los efectos inmunomoduladores dependen del estatus inmune del consumidor. Por lo tanto, es necesario un mayor número de ensayos que certifiquen con más exactitud la influencia de los probióticos en cuanto a la respuesta inmune.

  • Cáncer: Se ha propuesto que los probióticos modulan la actividad metabólica de la flora intestinal por varios posibles caminos: al competir con los microorganismos patógenos por los mismos nutrientes, produciendo citoquinas y bacteriocinas que controlan el crecimiento de otros microorgansimos y aumentando la síntesis de ácido láctico y ácidos grasos de cadena corta, disminuyendo de esta forma el pH y modulando la actividad enzimática. Se ha observado como la enzima β-glucuronidasa, producida por bacterias fecales no probióticas y relacionada con algunos procesos tumorales, disminuye su actividad pero la complejidad de los mecanismos carcinogénicos limita la experimentación a largo plazo y su extrapolación de animales a humanos.

  • Diarrea: Se ha observado que el uso de Lactobacillus rhamnosus GG, Bifidobacterium lactis BB12 y Lactobacillus reuteri SD2222 ayuda en la prevención y tratamiento de la diarrea producida en niños por rotavirus. Además una reducción de la duración de la diarrea es achacable a L. rhamnosus GG. El mecanismo de actuación de estas bacterias puede ser la competitividad por los mismos recursos que los patógenos (inhibiendo la adhesión e infección de algunos virus), el mejoramiento del sistema inmunitario o la producción de sustancias que inhiban los virus, sin embargo, ninguno de estos mecanismos han sido demostrados. Por contra, los efectos beneficiosos de los probióticos, en cuanto a la diarrea (tanto la producida por los antibióticos o la diarrea del viajero), no han sido probados y muchos estudios encuentran resultados dispares. Por ejemplo, L. rhamnosus se ha visto eficaz frente a la diarrea producida por antibióticos en niños pero similares efectos no se han observado en adultos o, por ejemplo, S. boulardii solo presenta efectos beneficiosos contra Clostridium difficile si se combina con el bactericida vancomicina. La modificación del ecosistema microbiano del intestino todavía no está muy claro y se necesitan muchos más estudios sobre el tema.
Lactobacillus Acidophilus




Muchos de los productos probióticos se usan para individuos sanos, es más, el márketing de los productos probóticos se orienta hacia las personas saludables.
El reclamo de que el consumo de alimentos probióticos contribuye a un estilo de vida saludable, que proporciona un bienestar y que protege o reduce el riesgo de sufrir ciertas enfermedades ha producido en el consumidor una idea no del todo correcta. Ciertamente, no existen medidores de "salud" y no se ha demostrado que el consumo a largo plazo de probióticos ayude a mantener la buena salud. Además, no existen mediciones del impacto de los alimentos probióticos en el sistema inmunitario de individuos sanos o en la resistencia a ciertas enfermedades.
Se conoce que el consumo de probióticos no se asocia con una colonización de larga duración en el intestino (la permanencia se estima en días o semanas desde que se deja de tomar el alimento) por lo que para mantener sus características beneficiosas el consumo debe ser continuado. Es necesario un mayor conocimiento de los efectos que produce el consumo regular de los probióticos en individuos sanos.

Como conclusión, la ciencia admite que existen evidencias de que determinadas cepas de microorganismos probióticos confieren beneficios en la salud pero a su vez, indica que no se pueden extrapolar los resultados a otras cepas. También se ha demostrado como algunas cepas "trabajan" mejor juntas que por separado cuando son utilizadas contra alguna enfermedad.
El uso de probióticos tiene unos beneficios potenciales para la salud como en el caso de infecciones gastrointestinales, genitourinarias, alérgicas o otros desordenes pero, sin embargo, se necesita un trabajo considerable que afirme estos beneficios.


Para más información, descarga los estudios científicos en PDF:




Lo que no se cuenta


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los probióticos son "microorganismos vivos que, cuando son suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud del organismo huésped". Esta afirmación no deja dudas de que estos productos son beneficiosos para la salud pero la verdad es que la comunidad científica no ha llegado a un consenso sobre el tema, y hay numerosas voces críticas con sus supuestos beneficios.

El conocido biólogo Didier Raoult publicó en 2009 un artículo en la revista Nature titulado Probiotics and obesity: a link?, en el que indicaba que los yogures y otras bebidas lácteas probióticas tendrían una gran parte de responsabilidad en la epidemia de obesidad que afecta principalmente a los niños.
En respuesta a este artículo la Asocación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN) ha emitido un comunicado en el que asegura que las afirmaciones que asocian probióticos y obesidad son "un bulo difamatorio sin base científica".

Al igual que Didier, otros científicos han encontrado relaciones entre los probióticos y la obesidad como los investigadores del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), dependiente del CSIC, quienes publicaron un artículo en la revista ACTA Pedriática, en el que afirmaban que las pruebas científicas "demuestran una relación entre la composición de la microbiota intestinal y la obesidad".
Por otro lado, también hay cientos de publicaciones que avalan los beneficios de los probioticos y que buscan puntos de consenso dentro de la comunidad científica como en el caso de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP), que ha elaborado un documento de consenso al respecto firmado por más de cincuenta investigadores. Según esta Sociedad existen cepas probióticas con eficacia demostrada para indicaciones concretas sobre el sistema inmune.

En junio de 2012 EFSA emitió una orden que obligaba a modificar la promoción de los productos probióticos. Preparados lácteos como Actimel ya no se podrán vender usando como reclamo sus supuestos beneficios para la salud ya que, según EFSA, no existen las suficientes evidencias científicas para asegurar tal cosa.





Algunas marcas comerciales


ACTIMEL



Conocido como DanActive en EE.UU. y Canadá, fue lanzado en 1994 en Europa como un producto bebible probiótico por la compañía francesa Danone. El volumen es de 100ml y se vende en packs de 4, 6 o 8 botecitos.
La principal característica beneficiosa que proclama Actimel es que "ayuda a tus defensas" gracias a una bacteria patentada con el código DN-114001 y llamada Lactobacillus casei immunitas y posteriormente llamada L.casei Danone.
En cada bote se afirma que hay 10 mil millones de bacterias, entre las que además de L. casei DN-114001, se encuentran Lactobacillus delbrueckii  subsp. bulgaricus  DN-100 290 y Streptococcus thermophilus salivarius subsp. thermophilus DN-001 236 / DN 001 336 / DN- 001 460.
L. delbrueckii subsp. bulgaricus y  S. thermophilus son homofermentativos (el ácido láctico es el principal subproducto de la fermentación), mientras que L. casei es heterofermentativo facultativo (además de ácido láctico, también se produce ácido acético y dióxido de carbono).
Según el dossier que dio Danone a EFSA, Actimel contiene 10^10 ufc/100 gr de L. casei DN-114001 (10 mil millones de bacterias por 100 gramos de producto) y 10^9 ufc/100 gr del resto de las dos bacterias que acompañan a "immunitas".
EFSA observó la capacidad de DN-114001 de inhibir el crecimiento in vitro de Salmonella thyphimurium, Listeria monocytogenes y C. difficile, sin embargo, los datos fueron insuficientes para establecer la relación causa-efecto entre el consumo de Actimel y la reducción del riesgo de diarrea por presencia de toxinas de C. difficile.


Publicidad de Actimel




HACENDADO




CARREFOUR







DIA










Véase:

http://www.jano.es/jano/actualidad/ultimas/noticias/carla/nieto/madrid/confirman/beneficios/probioticos/frente/diarreas/infantiles/sindrome/intestino/irritable/infecciones/respiratorias/_f-11+iditem-15382+idtabla-1
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2254039
http://www.izt.uam.mx/newpage/contactos/anterior/n77ne/probiot.pdf
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/07/05/la-batalla-de-los-probioticos-101340/ http://www.engormix.com/MA-ganaderia-carne/sanidad/articulos/empleo-probioticos-animales-t4125/165-p0.htm
http://www.sepyp.es/pdf/Documento-de-Consenso-sobre-Probioticos.pdf
http://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/doc/1903.pdf
http://fortunaweb.com.ar/2010-12-20-45639-multan-a-danone-por-publicitar-beneficios-probioticos/
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18089357
http://elpais.com/diario/2006/11/26/sociedad/1164495613_850215.html#despiece2
http://www.cantabrialiberal.com/noticia.php?id=47101&noticia=Actimel:%20Premio%20a%20la%20mentira%20publicitaria%20m%C3%A1s%20insolente

http://www.gastronomiaycia.com/2010/05/24/nuevo-premio-para-actimel/
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2254039
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15309418
http://www.who.int/bulletin/volumes/87/9/09-020909/es/index.html




3 comentarios:

  1. La propia casa Danone ha publicado en su web un comunicado en el que desvincula Actimel del estudio del profesor Raoult

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  2. Una información muy interesante. He encontrado un artículo sobre el tema del actimel en Natursan y ofrece una visión bastante diferente (aunque, claro, probablemente es un artículo patrocinado)

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    1. Hola, si me temo que es un articulo patrocinado. Si teniamos alguna duda, en la ultima linea "Y es que Actimel, como bien sabes, es el producto con L. Casei de Danone que ayuda a tus defensas." nos despeja cualquier interrogante.
      Siempre desconfiar de esa publicidad enmascarada de pseudociencia.

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