jueves, 28 de noviembre de 2013

La perversión de la comida. Food Porn






Es interesante la relación de la fotografía y la comida. Parece que no tienen nada que ver pero la verdad es que van de la mano. Parémonos a pensar por qué sacamos fotos de la comida que nos ponen en un restaurante y la compartimos en las redes sociales o por qué nos atrae esa apetitosa hamburguesa que aparece en la marquesina de la parada del autobús Todo tiene sentido pero no nos habíamos dado cuenta.




¿Por qué sacamos fotos de la comida?


Se ha convertido en una costumbre ver a la gente comiendo en un restaurante y sacar fotos de los platos que instantes después se van a comer con devoción. Sinceramente siento extrañeza cuando me veo etiquetado en una foto de una lasaña en Facebook. ¿Por que hacemos esto?. ¿Qué sentido tiene captar y mantener para la posteridad algo tan banal como una comida?.


Comercial de Instagram en el que sugiere compartir fotos de comidas para realizar un menú


La comida es necesidad, ocio, cultura, placer y vicio. Sexo y comida incluso van de la mano en muchas ocasiones. Nuestra vida gira alrededor de los momentos empleados para alimentarnos, es decir, comer ya no es un término puramente biológico sino social.
De este modo, mostrar el arduo trabajo que es preparar un suculento plato, compartirlo en blogs o en redes sociales como Instagram o Facebook y recibir comentarios, es una forma de reivindicarnos, de decir, mira de lo que soy capaz de hacer o mira que afortunado soy al engullir este bistec. Es una forma de inmortalizar la obra que momentos después desaparecerá despedazada entre nuestros dientes.

Compartir estas fotografías no solo tiene un componente narcisista o gastroexhibicionista, sino que pretende generar emociones en el receptor. Se busca generar una emoción en las personas, una reacción que nos retroalimenta con sus comentarios y sus likes.


Las empresas lo saben...


Sabemos que se come por la vista. Frutas brillantes, carnes rezumando jugo, quesos fundiendose en el horno o postres rebosantes de crema. La imagen de un plato sabroso nos despierta el hambre y las empresas juegan con ello de forma más o menos honesta. Aquí aparece el concepto Food Porn, una de las tendencias mercadológicas más importantes y rentables. El Food Porn es una presentación visual de los alimentos que nos produce emociones que apelan a nuestros sentidos más primarios. El Food Porn utiliza las mismas herramientas que la pornografía para llamarnos la atención y promete, a través de la comida, producir en nosotros tanto placer como el sexo. 
Es una provocación muy utilizada en la publicidad alimentaria pues es la forma que tienen las empresas de combatir la represión dietética común en nuestros días.


Sugerente bocadillo de jamón con queso fundido


El concepto lo introdujo Rosalind Coward en 1984 en su libro Female Desire. En él, explica:

"Cooking food and presenting it beautifully is an act of servitude. It is a way of expressing affection through a gift... That we should aspire to produce perfectly finished and presented food is a symbol of a willing and enjoyable participation in servicing others. Food pornography exactly sustains these meanings relating to the preparation of food. The kinds of picture used always repress the process of production of a meal. They are always beautifully lit, often touched up." (pág. 103).
"Cocinar los alimentos y presentarlos hermosos es un acto de servidumbre. Es una forma de expresar el afecto a través de un regalo ... La ambición de producir alimentos perfectamente presentados es un símbolo de una participación voluntaria y agradable en el servicio a los demás. La "pornografía de los alimentos" sostiene exactamente estos significados relativos a la preparación de los alimentos. El tipo de imagen que se utiliza siempre reprime el proceso de producción de una comida. Ellas están siempre muy bien iluminadas, a menudo retocadas..."


La intención se logra creando planos extremadamente cortos creando un ambiente íntimo y cálido con el alimento. La utilización de diferentes enfoques y el tratamiento de la iluminación se asemejan en gran medida a las fotografías pornograficas clásicas.




La lujuria visual del Food Porn 



El Food Porn funciona de la misma forma que las imágenes pornográficas, extraordinariamente enfocadas y visualmente elaboradas, algo que es imposible de replicar en la vida real y, al igual que la pornografía, disfrutamos viendo lo que presumiblemente nunca probaremos.







No obstante, el término Food Porn alude más al plano metafórico de la sensualidad de las fotos que a la literalidad.

Y es que el objetivo final del Food Porn es producirnos hambre, mucha hambre. Que aproveche.





 Véase:

Food Styling and Photography For Dummies by Parks-Whitfield


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